�Om! Me inclino ante el se�or Shiva - el que es auto-luminoso, deleit�ndose en su propio ser.
Y ahora, el comienzo del Sutra de Shiva.
Deja que este saludo penetre en lo m�s profundo de ti, porque si no llegas a la puerta, no podr�s entenderme cuando empiece a describirte el palacio. Aparta un poco el macho que llevas dentro. Deja un poco tu actitud agresiva. Esta comprensi�n no va a salir de tu intelecto, va a surgir de tu coraz�n. Esta comprensi�n no depender� de tu l�gica, depender� de cu�nto amor haya dentro de ti.
Ser�s capaz de entender esta escritura; pero esta comprensi�n no ser� la misma que la de seguir un problema matem�tico. La comprensi�n ser� similar a la que tienes al apreciar la poes�a. No te abalanzas sobre la poes�a. Disfrutas de la poes�a tranquilamente, sorbo a sorbo, igual que disfrutas bebiendo t�. No te la tragas de un trago, como si fuera una medicina amarga. La saboreas poco a poco, dejas que su sabor se disuelva lentamente.