La lectura de la presente obra de Kozlov, Mongolia, Amdo y la ciudad muerta de Khara-Khoto me ha dejado gratamente impresionado. Está escrita de manera sencilla, vívida y concienzuda. Kozlov se formó en la escuela de Przewalski: es un investigador fiel, muy preciso y absolutamente fiable. Por eso es de gran valor que ahora finalmente se dé a conocer este libro. Sven Hedin (Prólogo a la edición alemana de 1925)